Excelente experiencia. Fui con dos amigos a cenar un sábado a la noche. Como el lugar es muy pequeño, reservamos en la semana e hicimos bien porque el lugar es muy pequeño y tiene muy pocas mesas (las cuales obviamente estaban llenas). Apenas entrás, tenés a la vista un mostrador muy grande con un montón de quesos y fiambres. Si sos amante de los quesos y los fiambres, algo te llevás. También tienen salsas, conservas y pastas importadas. La carta del lugar es pequeña pero variada. Destaca obviamente la fondue (tanto la de queso como la de chocolate) pero también tienen pastas y pescados y algunos postres. Nosotros pedimos una tablita de ahumados de entrada. La tablita tenía quesos, fiambres y vegetales. Todo lo que probé estaba muy rico, especialmente los quesos y el lomo ahumado. La tabla nos costó alrededor de $4.500 (quizás un poquito más pero no recuerdo el precio). Para comer pedimos la fondue clásica ($17.000) que en la carta dice que es para dos personas. Nosotros éramos 3 y no pudimos terminarla. Es bastante abundante y tiene bastante variedad de acompañamientos (ciruelas, manzana verde, albondiguitas, champiñones, papines, pickes, salchichitas y jamón). Lo que más me gustó sin dudas fue la mezcla de ciruela y queso pero también me gustaron mucho la manzana verde y los champiñones. Los pickes no me gustaron para nada. Acompañamos la cena con un vino tinto y un par de aguas con gas. Finalmente, decidimos pedir la fondue de chocolate que venía con frutillas, banana, trocitos de vainilla, kiwi, naranja y mandarina. La fondue de chocolate estaba exquisita aunque es algo más pequeña y costaba $5.800. Tanto la fondue de queso como la de chocolate eran para dos personas y podía agregarse una porción adicional por un extra (en la de queso era de $8.500) pero la verdad que entre 3 comimos muy bien y nos llenamos. En total gastamos $12.000 cada uno con propina (Agosto 2023) y nos hicieron un descuento por pagar en efectivo. El lugar tiene un ambiente súper tranquilo y hasta íntimo. No es para nada ruidoso y nos quedamos un rato bastante largo y no nos dijeron nada. Lo único que no me gustó y que creo que se podría mejorar es que hacía muchísimo calor. Fuimos en pleno invierno y en una noche fría y aún sacándonos todos los abrigos, nos estábamos sofocando. No sé si es algo habitual o si fue solamente esa noche pero hacía demasiado calor. Por lo demás, exquisita comida y buena atención.o recomiendo.